Notas

Muchos creen que cuando llega el otoño sólo hay que ponerse un buen abrigo y tomar un paraguas. Pero ésta es una estación en la que el tiempo cambia de repente. Tan pronto hace frío como llega el calor. Eso te hará sudar como un loco y querrás quitarte el abrigo. Y, de repente, te has convertido en objetivo de gripes y resfriados. El otoño es una estación preciosa que hay que saber disfrutar en la calle y no en una habitación recuperándote del resfriado. Por eso te acercamos 10 consejos para cuidar la salud en otoño.

1. Aplicación de vacuna antigripal Es una manera muy eficaz de prepararte contra los resfriados que se avecinan. Cuando te ponés una vacuna, insertan el virus del que te vas a proteger pero muy debilitado. Así, tu organismo lo estudia y aprende a inmunizarse contra él. Si aparece de nuevo, sabrá combatirlo. La vacuna contra la gripe es gratuita para personas mayores de 65, madres hasta 10 días después del parto, embarazadas, personal de salud, niños de 6 a 24 meses, y enfermos crónicos u obesos. Pero cualquier persona fuera de estos grupos de riesgo, puede aplicársela.

2. Aumentar la vitamina C La vitamina C es la encargada de reforzar el sistema inmunológico de tu cuerpo. Cuando tenés un sistema defensivo en óptimas condiciones, podés protegerte de muchas enfermedades que buscan fisuras para hacerte enfermar. Si querés tener unos niveles adecuados de vitamina C, consume alimentos ricos en ella, especialmente las frutas más cítricas.

3. Adaptarte a la temperatura El otoño es muy impredecible y la temperatura suele subir y bajar continuamente. Para estar preparado, usá ropa adecuada, que te permita adaptarte a la temperatura: taparte lo suficiente como para ir fresco, sin pasar calor. Nada de ir súper abrigado hasta sudar. Vestíte con varias capas de prendas ligeras que puedas poner y quitar según el momento del día y así podés modificar tu temperatura constante. Evitar cambios bruscos de temperatura

4. Realizar ejercicio al aire libre No hay que renunciar a hacer ejercicio, gracias al frío, conseguirás que tu cuerpo se haga más fuerte. Además, después de llover respirarás un aire limpio y puro, de primera calidad. Procurá hacer ejercicio con ropa que te abrigue pero que transpire para que no sudes ni sufras un golpe de frío.

5. Ventilar los espacios La humedad es algo muy propio de la estación de otoño. Cuando llueve, aparecen las humedades en los hogares. Donde hay humedades se acumulan hongos y bacterias, que crecen y contaminan el aire de tu casa. Por eso, aunque haga frío, no dejes de ventilar bien tu hogar. Ayudarás a renovar el aire, te encontrarás mejor y prevendrás las alergias propias de la humedad.

6. Aumentar la higiene Como ya dijimos, la humedad implica hongos y bacterias en cualquier parte de la casa. Pero también en el cuerpo. Cuando nos tapamos demasiado, empezamos a sudar. Es una señal que la temperatura de tu cuerpo no es la adecuada y que debes refrescarte y airearte, con cuidado para no resfriarte. Si mantenés ese exceso de calor, la ropa se humedece con el sudor. Las bacterias comienzan a proliferar y a invadirte. Las bacterias pueden producir diversas molestias en la piel e, incluso, resfriados. Es aconsejable extremar la higiene para evitar que se acoplen las bacterias.

7. Hidratar bien la piel El aire frío es capaz de cortarte la piel. Cuando la temperatura baja de manera brusca y sopla el viento, que corta como cuchillos, aparecen los sabañones. Éstos son cortes sangrantes que se producen al secar la piel y al estirarse. Si no se tratan de la manera adecuada, se convierten en un foco de infecciones. Para evitarlos, hidratá profundamente la piel utilizando aceites y mantecas naturales.

8. Consumir infusiones, frutas y verduras Durante el otoño, las comidas se hacen más copiosas, porque apetecen más las comidas caseras, las sopas y los platos calientes. Como consecuencia de ello, las digestiones se hacen mucho más largas y pesadas, hasta el punto de impedirte hacer ejercicio o descansar en condiciones. Las infusiones son muy recomendables para facilitar la digestión. Además, en otoño hay muchas frutas y verduras de temporada que pueden aportarte todas las vitaminas y suplementos que necesitas. Estos alimentos te ayudan a cuidarte y permiten que te encuentres mucho mejor.

9. Exponerte al sol Los baños de sol son indispensables. Cuando llega el otoño, llegan muchos nubarrones y muchas lluvias, y en muchas ocasiones, nuestro humor se ve altamente influenciado por la falta de luz natural. No dudes en aprovechar cualquier momento para darte un baño de sol aunque haga frío. Te confortará y fortalecerá tus huesos.

10. Descansar lo suficiente Se suele hablar mucho de la astenia primaveral y nada o muy poco de la astenia otoñal. Sin embargo, esta existen y muchas personas la sufren. Hay quienes reaccionan bien a los cambios de temperatura, de la luz solar, etc. Pero hay otras personas que sufren mucho a causa de todos estos cambios. Una de las principales características de este fenómeno es que se suele arrastrar mucho cansancio. Por eso es importante cuidar del sueño y del descanso en estas estaciones de cambio. Además, será tu aliado para regenerarte y reponerte antes tras un resfriado o tras una fría noche. Si descansas, tu sistema inmunológico se regenera, se hace más fuerte y podrás disfrutar más de esta estación. Con 7 horas seguidas es más que suficiente, hasta tu cuerpo se despertará solo.


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